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Coco, un elogio a la postverdad

El concepto de postverdad en la actualidad ha cobrado un sentido relevante en la medida que ha ayudado a desmentir información y relatos que se han considerado como verdaderos. Sin embargo, el término puede generar algunas dificultades a la hora de su comprensión por su complejidad. Dentro de su elaboración teórica existen algunas ideas que pueden entenderse de manera más didáctica a través de una lectura del largometraje animado, galardonada con el Premio Oscar, titulado “Coco”.

Antes de introducirnos a la reflexión del filme, vale la pena aclarar tres claves epistemológicas que encierra el concepto. La primera parte de la cuestión sobre si al hablar de postverdad se genera una pérdida de sentido del término verdad. Filosóficamente hablando se puede decir que en esta nueva propuesta la -verdadera verdad- sería denominada como postverdad, lo que ocasionaría la pérdida de fuerza. Etimológicamente hablando se puede hacer acento en el prefijo –post– que cambia el absoluto sentido de la palabra. El post enmarca un tiempo. Lo que acontece luego de la verdad, y aquí vale la pena recordar la máxima científica de: “no existen verdades absolutas”. Hablar de postverdad no genera una pérdida de sentido del término verdad, ya que el primero referirá al proceso consiguiente al segundo. Acción que ayudará a confrontar, acto que no va en detrimento del concepto sino en pro de su consolidación.

Lo anterior conduce a la segunda clave que es considerar a la verdad como relato. Un relato que se puede modificar o reestructurar. Esta propuesta, desde la hermenéutica, trasciende a caracterizar los relatos a partir de su elaboración, divulgación y rol de poder. Así, pueden estar construidos desde la visión de los vencedores o los vencidos. Cada uno de los actores dentro de estos roles cuentan su relato, pero al final la versión que termina imponiéndose es la que se lleva el apelativo de verdad. Algunos autores propondrán la categoría de relatos hegemónicos. Si cambiamos en esta proposición el término relato por verdad se puede obtener lo mismo: una verdad propuesta por los vencedores y otra por los vencidos, donde al final, una sola se impondrá como único relato.

La postverdad no es inmediatista. La reconfiguración y comunicación de la nueva verdad deberá contar con tiempo.

La tercera clave une las dos anteriores; propone que al hablar de postverdad se trata de desmentir o desestructurar un relato hegemónico, acciones que producen una reconfiguración de la verdad. Para esto, como la primera clave recordaba, el concepto se fundamenta en el tiempo. Si la postverdad es una propuesta de reconstrucción de una verdad aceptada, se debe tener en cuenta que, si el primer relato lleva un tiempo transmitiéndose como verdad, el nuevo deberá contar con un periodo pertinente para que se consolide como el relato verdadero. En otras palabras, la postverdad no es inmediatista. La reconfiguración y comunicación de la nueva verdad deberá contar con tiempo. Punto frágil, ya que muchas veces el nuevo relato no se llega a posicionar del todo como el primero.

La película “Coco” es un elogio a la postverdad debido a que nos ayuda a comprender mejor el concepto. Fuera de la trama infantil, cultural y familiar, la narrativa de la película ayuda a presentar más gráficamente los puntos anteriores. En la película se encuentran dos verdades: la transmitida en la familia de Coco de odio a la música, y la del cantautor que se ha posicionado en la cima del éxito en el mundo de los vivos y de los muertos. Estas dos verdades transmitidas jamás han sido confrontadas. Por tanto, las dos verdades propuestas en la película son de carácter hegemónico, pero el intrépido Migue dentro de su afán y deseo de esclarecer la verdad como una intuición y búsqueda de un sueño, va generando un nuevo relato. Un relato que llevará a modificar estas dos verdades existentes.

La historia trata de desmentir que los Rivera sí pueden ser músicos y que las canciones y la fama obtenida por De La Cruz tiene un pasado que merece ser contado. Miguel configura un nuevo relato que encuentra su culmen en la postverdad, la cual al final modifica la historia tanto en el mundo de los vivos como en el de los muertos, característica muy importante debido a que la modificación del relato tiene consecuencias. Ver “Coco” con esta óptica es poder encontrar un nuevo sentido en la historia, ya que existe la posibilidad de que la verdad pueda ser realmente escuchada. La postverdad es ese camino metafórico de la película entre el mundo de los vivos y los muertos, donde al final lo que importa es el verdadero relato sin importar si proviene del olvido.