En las últimas décadas, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) han transformado nuestro entorno. Y, como lo señalan los académicos José Manuel Pérez Tornero y Tapio Varis, es cada vez más necesaria una conciencia mediática para conocer la importancia e influencia de los medios en nuestra vida cotidiana y desarrollar las competencias necesarias para usar las tecnologías atendiendo fines y valores humanos.
Esta sociedad mediatizada y globalizada, vista con un enfoque de género, representa para la mujer un escenario dual. Entre la oportunidad para su desarrollo a través de la apropiación de las TICs y la amenaza por ser ellas las más afectadas por las barreras culturales y tecnológicas que ocasionan la brecha digital de género.
Brecha digital con género femenino
Esta brecha se define como la desigualdad que existe entre hombres y mujeres para acceder a la información, conocimiento y educación mediante las TICs. La UNESCO señala una serie de factores que influyen en la existencia de esta brecha, como los recursos económicos, la geografía, la edad, el sexo, la lengua, la educación, el empleo y la integridad física.
Existe el riesgo de que se acumulen una serie de desventajas que impiden acceder a las TICs. Por ejemplo, el porcentaje de mujeres que utiliza internet es un 12% inferior al de los hombres. Esta brecha se ha ampliado entre 2013 y 2017, en particular en los países menos desarrollados.
La brecha digital de género es la desigualdad que existe entre hombres y mujeres para acceder a la información, conocimiento y educación mediante las TICs
El problema de fondo
Esta brecha aparece en el contexto de una sociedad ya desigual, que requiere de un cambio social, familiar y cultural. Si bien se han logrado avances en esta materia, las mujeres aún necesitan realizar grandes esfuerzos o renuncias para adaptarse a un mundo concebido por y para hombres. Una educación donde a los niños se les educa e incentiva a explorar y conquistar el mundo y a las niñas aún se les sigue educando para cuidar de los demás. No ha de extrañarnos que, por esta incentiva, los varones tengan mayor predisposición a explorar el mundo tecnológico y las mujeres atraviesen algunas resistencias o situaciones de estrés en este campo o sean menos las que se atrevan a explorarlo.
Esta brecha aparece en el contexto de una sociedad ya desigual, que requiere de un cambio social, familiar y cultural
En los estudios dirigidos por la catedrática de la Universidad Complutense de Madrid, Cecilia Castaño, se ha encontrado que el uso que hacen las mujeres de Internet es más restringido y requiere menos habilidades tecnológicas, mientras que el uso que hacen los hombres está mucho más relacionado con actividades de ocio, comercio y banca por Internet.
Este es un problema social donde las mujeres arrastran una problemática más compleja que solo el acceso a las TIC, ya que no se han resuelto si quiera los problemas de acceso esenciales como a la educación y la investigación; incluso los ámbitos de ejercicio de las libertades. Como muestra de ello, al menos dos terceras partes del total de la población adulta analfabeta, unos 781 millones de personas, son mujeres.
Tres tipos de brecha digital de género
La brecha digital ha ido cambiando en las últimas décadas. Los académicos del tema señalan para la fecha hasta tres tipos de fractura.
En la década de los noventa varios estudios en Estados Unidos afirmaron que existía una diferencia en las oportunidades de acceso a las TICs en relación con la situación geográfica, la raza, la situación socioeconómica y socio familiar, la edad y el nivel educativo, entre otras variables. A la fractura generada por estas condiciones se le define como la primera brecha digital.
En el 2001, la OCDE, agrega a esta perspectiva el provecho que sacan los individuos con el uso del Internet para una amplia variedad de actividades. Se plantea el concepto de una segunda brecha digital, relacionada específicamente con las habilidades digitales necesarias para vivir y trabajar en sociedades caracterizadas por la importancia creciente de la información y el conocimiento.
Al respecto, Lila Pagola, especialista en tecnologías multimedia, brinda una perspectiva de género en el vídeo presentado al final de esta nota.
Se plantea el concepto de una segunda brecha digital, relacionada específicamente con las habilidades digitales necesarias para vivir y trabajar en sociedades caracterizadas por la importancia creciente de la información y el conocimiento
Por último, en la actualidad están cogiendo mayor fuerza estudios que hablan de una tercera brecha digital de género, más relacionada al sector TICs y tecnología cubierto principalmente por hombres, las mujeres representan el 13% de las trabajadoras en el mundo digital. Esta situación otorga a los varones mayor acceso a los nuevos avances tecnológicos.
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