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Recursos para luchar contra las fake news

El fenómeno de las fake news no es algo nuevo, siempre ha existido. Si analizamos la historia, podemos ver como las noticias falsas, que no dejan de ser mentiras, se han utilizado en diferentes eventos a lo largo de los siglos. En el siglo III ya se hacían falsas acusaciones a los cristianos, tal como describe Tertuliano en La apología contra los gentiles, además de cargar con la culpa del gran incendio de Roma del año 64, ya que Nerón difundió un rumor para exculparse a sí mismo de provocarlo, tal como explica Tácito en su libro Annales del siglo I. Según un estudio de la historiadora británica Antonia Fraser, que se dedicó a investigar la vida de María Antonieta, durante la Revolución Francesa también se atribuyeron falsamente frases a la reina para llevarla a la guillotina. 

Lo que sí es nuevo es la gran difusión e impacto que tienen en este siglo, debido a las nuevas formas de comunicación, hasta tal punto que han logrado hacer ganador a un candidato en unas elecciones. 

Estos hechos evidencian el reto al que nuestra sociedad debe hacer frente desde hace años: las mentiras, aunque no se las haya llamado siempre por el mismo nombre. Por esta razón, proponemos los siguientes recursos para luchar contra ellas: 

  • Periodismo, fake news y desinformación: manual de educación y captación en periodismo, de la UNESCO

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó un manual para combatir contra la desinformación. El libro surge por la creciente preocupación internacional por lo que llaman “guerra de desinformación”, en la que los periodistas y su profesión se han convertido en objetivos principales. 

El manual busca servir como plan de estudios modelo internacionalmente relevante que responda al problema global de la desinformación que las sociedades y el periodismo deben afrontar. En él, se reúnen algunos de los principales investigadores y profesionales del mundo del periodismo que trabajan para combatir la crisis de la desinformación, con el objetivo de ofrecer consejos sobre buenas prácticas basados en investigaciones de alta calidad. 

  • ¿Cómo afrontar las noticias falseadas mediante la alfabetización periodística? Estado de la cuestión, de José Manuel Pérez Tornero, Santiago Tejedor, Cristina Pulido y Sally Samy Tayie

El presente artículo surge por la existencia de un importante debate social sobre la proliferación de noticias falsas en las redes sociales y en los medios de comunicación, ya que causan un gran deterioro tanto en la profesión como en los sistemas democráticos. Por esta razón, los estudios sobre periodismo y comunicación afrontan con urgencia el reto de re-conceptualizar un fenómeno que ha existido siempre, pero que cobra nueva vida en el actual entorno mediático. En este contexto, emerge la teoría y práctica de lo que ha venido a llamarse alfabetización periodística (news literacy). 

De esta manera, realizan un breve examen del estado de la cuestión, desde el punto de vista conceptual, repasando las teorías referidas a las fake news. Como conclusión, proponen una base conceptual que puede establecer un puente entre las citadas teorías y la práctica de la alfabetización periodística en el marco más amplio de las políticas de alfabetización mediática. 

  • Desinformación, “Fake News” e Influencia de campañas en Twitter, de Knight Foundation

Este estudio pretende concienciar a la gente de la gran magnitud e influencia de este fenómeno, analizando las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2016, en las que Donald Trump fue elegido presidente. Es uno de los análisis más grandes que se han llevado a cabo para conocer cómo se divulgan las noticias falsas en Twitter durante y después de la campaña de esas elecciones, lo que permite medir cómo ha evolucionado el ecosistema de noticias falsas desde noviembre de 2016.

De acuerdo con otras investigaciones, han encontrado más de 6.6 millones de tuits vinculados a editores de noticias falsas y conspirativas en el mes anterior a las elecciones del 2016. Sin embargo, la desinformación sigue siendo un problema sustancial que persiste después de dichas elecciones, con 4,0 millones de tuits vinculados a editores de noticias falsas. Además, el estudio ha descubierto que más del 80% de las cuentas de desinformación aún están activas. 

  • Redes sociales, polarización política y desinformación política: una revisión de la literatura científica, de Joshua A. Tucker, Andrew Guess, Pablo Barberá, Cristian Vaccari, Alexandra Siegel, Sergey Sanovich, Denis Stukal y Brendan Nyhan

El siguiente informe tiene como objetivo proporcionar una visión general del estado actual de la literatura sobre la relación entre las redes sociales, la polarización política y la desinformación política, en las que se incluyen noticias falsas, rumores, información deliberadamente incorrecta y noticias “hiperpartidistas”. La revisión de la literatura se proporciona en seis secciones separadas, cada una de las cuales puede leerse individualmente, pero que de manera acumulativa tienen la intención de proporcionar una visión general de lo que se sabe y se desconoce sobre la relación entre las redes sociales, la polarización política y la desinformación. 

  • Decálogo contra las fake news, de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA)

Los medios públicos audiovisuales englobados en FORTA desarrollaron un decálogo de consejos para facilitar a los internautas la detección de fake news: “Si dudas, no compartas”.

Los servicios audiovisuales públicos autonómicos se presentan como antídoto a la posverdad en un entorno digital que, en situaciones como la de crisis actual, está marcado por la desinformación y la proliferación de las noticias falsas. Un problema que prolifera en Internet y en las redes sociales generando confusión y desconcierto, con objetivos peligrosos como el engaño o la manipulación. 

Es algo que preocupa, y mucho, a los usuarios. Así, según se desprende del estudio Digital News Report 2018 de la Universidad de Navarra, las noticias falsas preocupan al 69 % de internautas en España. También apunta que medios informativos y periodistas (84 %) son los que deben hacer más para distinguir lo cierto y lo falso en internet, en responsabilidad compartida con empresas tecnológicas (79 %) y gobiernos (72 %).