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Radar COVID: comparativa con otras apps de rastreo

Fotografía: Belén Sancho.

Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Murcia, Madrid y Navarra son las primeras comunidades autónomas en activar Radar COVID. Las dos últimas mencionadas son las que han incorporado hoy mismo su funcionamiento. Es una de las muchas apps que se han creado para rastrear y tratar de evitar la propagación del coronavirus en todo el mundo. La ciudadanía solo tiene que descargar la aplicación en su smartphone. El funcionamiento es muy sencillo porque solo hay que activar el bluetooth y la ubicación.

El Gobierno de España lanzó la aplicación el pasado 29 de junio a modo de prueba en la isla de La Gomera (Canarias). Desde esa fecha hasta el 31 de julio estuvo en fase de desarrollo donde más de 60.000 personas descargaron la aplicación. Ahora se espera que sea a mediados de septiembre cuando esté operativa para el resto de comunidades autónomas. Para llegar a más ciudadanos/as y resolver todas las dudas, han creado una cuenta en Twitter y otra en Instagram bajo el mismo nombre: @AppRadarCovid.

¿Dónde descargar la app para España?

La aplicación es gratuita y está disponible tanto para móviles con sistema operativo Android como IOS que puedes descargar en los siguientes enlaces: 
Radar COVID, Play Store de Google (Android). 
Radar COVID, App Store de Apple (IOS).

Las apps como método de control de la propagación del virus

La pandemia del coronavirus ha sacudido el panorama mundial, provocando millones de muertes. Ante esta nueva normalidad, diferentes países del mundo han creado sus propias aplicaciones para tratar de frenar la propagación del virus. China, Singapur y Corea del Sur fueron los primeros en crear aplicaciones para rastrear. Sin embargo, el sistema resultaba intrusivo para la privacidad del usuario.

La mayor parte de las aplicaciones europeas consultadas se basan en el funcionamiento a través de la conexión bluetooth. Esta es la principal diferencia respecto a las utilizadas en Asia que han optado por la geolocalización. Cada terminal emite identificadores anónimos que cambian periódicamente. Aquellos terminales que han estado próximos durante al menos 15 minutos y a una distancia de dos metros o menos guarda el identificador anónimo emitido. Para ello el usuario que haya sido diagnosticado como positivo debe dar su consentimiento para que el sistema de salud pueda enviar una notificación anónima a todos aquellos que hayan entrado en contacto.

Este funcionamiento se ha llevado a cabo en diversos países europeos y para ello solo solicita la activación del bluetooth. Sin embargo, algunos terminales también solicitan la activación de la localización para su correcto funcionamiento. Según Google, desde 2015 todos los móviles que utilizan versiones superiores a Android 6.0 requieren de tener conectada la localización. A continuación, se exponen algunas aplicaciones similares a la española:

PaísAppsRequisitos
EspañaRadar COVIDBluetooth y localización
Corea del SurCorona 100mGeolocalización
ChinaHealth KitGeolocalización
ItaliaImmuniBluetooth y localización
AlemaniaCorona Warn-AppLocalización de contactos por bluetooth
FranciaStopCovidBluetooth
IrlandaCovid TrackerLocalización de contactos por bluetooth
Países BajosCOVID RadarLocalización de contactos por bluetooth
SingapurTraceTogetherBluetooth y localización
IndiaAarogya SetuSeguimiento de eventos y ubicación de contactos por bluetooth

Europa se resiste a ‘ceder’ en la privacidad de datos

Fotografía: Belén Sancho.

La crisis del coronavirus, en algunos países, ha provocado que la privacidad de datos pase a un segundo plano. Países como China o Corea del Sur han desplegado todos sus dispositivos tecnológicos para controlar la propagación. Sin embargo, ese tipo de medidas no encajan en Europa, donde rige una política de privacidad de datos.

La descarga de estas apps no es obligatoria, sino voluntaria. Por lo que se necesita cierto volumen de descargas para que pueda llegar a ser un método eficaz. En Europa, existe una gran desconfianza hacia programas o aplicaciones que puedan poner en peligro el derecho a la protección de datos. Este es uno de los motivos por los que Europa ha creado aplicaciones que permiten al usuario mantener el anonimato.

La instalación de este tipo de aplicaciones no supone ningún esfuerzo. A diferencia de apps como Facebook, estas no piden tantos requisitos y el fin es beneficioso para toda la ciudadanía.