El comienzo de un año nuevo siempre es un buen momento para hacer repaso de aquellos aspectos que queremos cambiar; los deseos y propósitos que queremos redefinir. En Aika hemos seleccionado diez para empezar a construir la educación que queremos.
Trabajar para la igualdad, luchar para que no haya niño sin escuela o esforzarse para que la educación sea la prioridad de todos. Seleccionamos diez propósitos, o deseos, según se miren, para empezar a construir este 2017 un cambio educativo real:
– Aprender siempre los unos de los otros. Para que el cambio se produzca hay que transformar seriamente la educación, y el primer paso es mirar a nuestro alrededor. Aprender de aquellas cosas que todos los que nos acompañan tienen a enseñarnos. Aprender, grandes y pequeños, los unos de los otros.
– Construir una educación en la cual la equidad sea más fuerte que la competitividad. Enrique Díez Gutiérrez lo analizaba a la perfección en sus artículos sobre el informe PISA: “Tenemos hoy una concepción de la educación entendida como una ventaja competitiva, en la que cada individuo invierte de cara a su inserción más exitosa en el futuro laboral”. Nuestro deseo es revertir ese concepto y construir una escuela donde prime la equidad frente a la competitividad.
– Crear escuelas y acceso a todas ellas para que ningún niño quede sin escolarización. El acceso a la educación es esencial como motor generador de cambio. Solo así se alcanza el sueño de la ciudad educativa universal.
– Que la escuela sea sede para el diálogo, para la reflexión, para la paz. Queremos una escuela que base su estructura en el diálogo y la paz y se convierta así en agente implicado en su entorno.
– Trabajar para la igualdad de género en el ámbito educativo. Son muchos los artículos y recursos que hemos dedicado a mejorar el concepto de igualdad. Debemos seguir trabajando para que la sociedad tenga conciencia (Seis vídeos para educar en igualdad de género) o para que los regalos, por ejemplo, sean más equitativos (¿Azul o rosa?: la polémica de los juguetes en Navidad).
– Cambiar la percepción tecnológica para que la tecnología sera humana. También la educativa.
– Convencernos de que no hay educación sin crítica, igual que no hay crítica sin imaginación. En palabras de José Manuel Pérez Tornero, “Aika apuesta por una nueva educación entendida como palanca para el desarrollo de la imaginación crítica y para la reforma de las condiciones de vida.”
– Construir un mundo en el que la educación se gobierne con políticas pensadas a tal efecto. “El cambio aquí debe ser radical”, apuntaba José Manuel Pérez Tornero en este artículo. “El tiempo de la burocracias y controles previos ha desaparecido. El momento de la tutela vertical debe erradicarse.” Exigimos, para 2017, un cambio profundo en la gestión y gobernanza educativas.
– Crear un entorno en el que la educación cambie verdaderamente el mundo. Puede parecer utópico, pero estamos en un cambio de era, y la educación es y debe ser uno de los principales motores de cambio.
– Y, finalmente, al 2017 le pedimos… Que la educación sea una melodía en la que quepan todos los instrumentos y tonos. Que sea inclusiva, universal y abierta a todos lo que quieren aportar algo al debate educativo.
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