Focus

Colombia en el punto de mira

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La paz en Colombia desde una perspectiva educativa es el tema de la semana en Aika. Foto: Shutterstock.
El país ha sido el foco de atención durante los últimos meses: acuerdo de paz, referéndum, premio Nobel... En Aika dedicamos la semana a analizar el papel de la educación en la construcción de la paz

Desde hace más de 50 años, la guerra en Colombia ha causado más de 8 millones de víctimas. Un conflicto armado complejo y con múltiples intereses ha desgarrado millones de familias, cientos de pueblos e incluso decenas de departamentos. También ha dejado huellas imborrables en la memoria de la mayoría de los colombianos. A partir de la firma del acuerdo de paz con las FARC en los últimos meses de 2016, Colombia volvió a ocupar las portadas de diarios y a ser el centro de atención mundial. Esta vez no se trataba de otra gran masacre, ni de la detención de un gran capo del narcotráfico. Se trataba de la terminación, a través del diálogo, de una guerra, una de las muchas que tanta violencia han causado en el país latinoamericano.

Situada en el punto de mira internacional, que ya celebraba la culminación de los más de 60 años de la guerrilla más vieja de América, los colombianos, ante la incredulidad de la comunidad internacional, incluso tuvieron tiempo de decir: “un momento”. Desde el realismo mágico, una mayoría de colombianos, así fuera mínima, señaló que el acuerdo de paz firmado no les convencía. A pesar de la motivación de poner fin a la guerra con las FARC, muchos ciudadanos se manifestaron en contra del acuerdo.

No importaba que, en el punto de mira internacional, se mirara con extrañeza la decisión tomada democráticamente. Colombia ocupó de nuevo las portadas. No sería la última vez en el año. El galardón del Nobel de paz llegó como una bocanada de aire fresco, como un escalón de apoyo para el presidente Juan Manuel Santos, quien estableció ese acuerdo de paz como la piedra angular de su doble mandato. A pesar de su resbalón, el Nobel alumbró un nuevo camino para un nuevo acuerdo, con mejores explicaciones y aclaraciones, entre el gobierno colombiano y las FARC.

Aika ofrece a partir de hoy una serie de reflexiones de diferentes colombianos que han analizado, trabajado o vivido directamente en el conflicto armado en Colombia

Más allá de las portadas, la ciudadanía colombiana volvió a vivir un clima de tensión en sus calles, en sus casas. El espacio de división social que tanto ha marcado la historia del país volvió a ser evidente. Estar a favor o en contra del acuerdo de paz situaba a quien defendía su posición en extremos que rememoraban los terribles años de La Violencia o de las diferentes guerras sucias entre traficantes, paramilitares, guerrillas y bandas criminales. Poco había aprendido el país en el medio siglo de guerra. Es una situación aún palpable en muchos discursos de los ciudadanos colombianos.

Aika ofrece a partir de hoy una serie de entrevistas y reflexiones de diferentes colombianos que han analizado, trabajado o vivido directamente en el conflicto armado en Colombia. Los vaivenes del acuerdo de finalización del conflicto entre el gobierno colombiano y las FARC dan pie para pensar sobre el papel de la educación en la construcción tanto del imaginario de la guerra como del imaginario de la paz. Al mismo tiempo, invita a reconstruir el concepto de paz desde un significado amplio no ligado ni a una ideología ni a una disciplina específica.

Aproximaciones desde la música, la historia, los derechos humanos o la politología invitan a pensar en la paz en Colombia desde múltiples aristas. Aunque el acuerdo llegue a feliz término, como así ha sido a partir de la ratificación del mismo por el Congreso de la República de Colombia y de la aprobación de la ley de amnistía para las FARC, la implementación de los mismos debe respaldarse por toda la ciudadanía. Los textos recogidos intentan impulsar esa vinculación social con la construcción de una paz social, estable y duradera y realizan invitaciones para que diferentes actores sociales y políticos apuesten por el camino de la reconciliación nacional a partir del reconocimiento histórico de la diversidad.

Colombia vuelve al punto de mira, pero sólo como espacio analítico de construcción de posibilidades de postconflicto.