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Los gigantes tecnológicos refuerzan las políticas para combatir las noticias falsas

Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos y su influencia crece a un ritmo exponencial. Sin embargo, se presentan como un arma de doble filo, ya que también se han convertido en la cuna de las fake news. Conscientes de esta situación, las grandes empresas tecnológicas han creado nuevas herramientas y han reforzado las medidas para frenar la propagación mundial de la desinformación.

La crisis del Covid-19 no ha hecho más que acentuar este problema, calificado de infodemia por la Organización Mundial de la Salud. Durante el mes de abril, se hicieron públicas las alianzas entre los gigantes tecnológicos para hacer frente a los bulos referentes al coronavirus, aunque recientemente han emprendido nuevas iniciativas.

El chatbot de WhatsApp que ayuda a discernir la verdad del engaño

WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea más utilizada del mundo y también el circuito de transmisión de numerosas noticias falsas. Con el fin de cortar la cadena, la aplicación ha limitado el reenvío de mensajes virales a solo un chat. La medida, anunciada en abril, no erradica las fake news, pero disuade la difusión masiva, ya que el usuario deberá enviar el mismo mensaje a los chats de uno en uno. De este modo, se reduce el límite fijado en 2018 de cinco chats.

Chatbot WhatsApp

Para complementar esta iniciativa, la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN) del Instituto Poynter ha desarrollado un chatbot para que los usuarios puedan comprobar si un contenido sobre el coronavirus ha sido catalogado como falso por los verificadores de datos independientes. El servicio es gratuito y, para poder utilizarlo, los usuarios deben iniciar una conversación en WhatsApp con el número +1 (727) 2912606 y enviar un mensaje con la palabra “hola”. También pueden acceder a él a través del siguiente enlace.

Una vez abierta la conversación, el chatbot desplega un menú con siete opciones numeradas. El usuario simplemente debe escribir el número de la acción que desea realizar para que el bot le proporcione la información correspondiente. Los ciudadanos pueden plantear dudas, consultar las organizaciones de verificación de datos más cercanas y recibir consejos para luchar contra la desinformación.

Por otro lado, WhatsApp también anunció en marzo una donación de un millón de dólares a la Red Internacional de Verificación de Datos para reducir el contagio de bulos durante el coronavirus. El Instituto Poynter asegura que, con esta subvención, los verificadores podrán entregar sus comprobaciones en nuevos formatos, realizar estudios e investigaciones sobre la desinformación relacionada con la salud y lanzar nuevas herramientas.

Facebook e Instagram se unen a la lucha contra las noticias falsas 

La confianza en los verificadores independientes agrupados en la IFCN no es aislada, ya que Facebook también se ha asociado con ellos en determinados países. Si los verificadores califican una información como falsa, la red social sitúa la publicación más abajo en el News Feed, con el objetivo de reducir visitas futuras. En marzo de 2019, Maldita.es y Newtral se incorporaron al equipo de verificación de Facebook. 

Aviso información falsa Instagram

Instagram también cuenta con la ayuda de verificadores externos. El procedimiento es similar al de Facebook: si un verificador etiqueta una información como falsa, la red social reducirá su visibilidad en las historias y evitará que aparezca en la sección “Explorar” y en los hashtags. La publicación no se elimina, sino que Instagram alerta de la falsedad de la información, antes de ser visualizada, y ofrece contexto a los usuarios para que tomen sus propias decisiones. En el aviso se indica el verificador que ha comprobado los hechos, así como una noticia elaborada por el mismo, donde se contrastan los datos.

No obstante, las plataformas sociales no aplican la verificación al discurso político. Alegan que no les corresponde arbitrar debates políticos, ni evitar que el discurso llegue a la audiencia y sea sometido al escrutinio público. Sin embargo, si que toman partido cuando un funcionario electo comparte contenidos previamente desacreditados.

En el caso específico de las fotos y vídeos, la política de Facebook contempla distintas medidas. Los contenidos engañosos son eliminados si han sido editados, más allá de los ajustes básicos, para tergiversar el sentido de los mensajes, o bien si son productos de la Inteligencia Artificial. Un ejemplo de esta medida es la eliminación de páginas que utilizan imágenes generadas con IA para cuentas falsas. Los contenidos que no responden a los requisitos para ser suprimidos son sometidos a la comprobación de los verificadores independientes y, seguidamente, se reduce su visibilidad.

Además de trabajar con la Red Internacional de Verificación de Datos, Facebook también colabora con Reuters. A través de un curso onlineproporciona ayuda a los medios para identificar deepfakes y contenidos manipulados. En esta misma línea, en 2019 lanzó la campaña Deepfake Detection Challenge para incentivar la investigación de métodos para combatir las deepfakes.

Twitter aplica la política de etiquetas a dos tuits de Donald Trump 

Twitter también se ha subido al carro de las medidas contra las fake news. Según el tipo de información engañosa y el grado de daño que pueda causar, la plataforma ejerce distintas acciones. Para las publicaciones más severas, Twitter opta por la eliminación del contenido, mientras que, para las moderadas, contempla un sistema de etiquetas y avisos. 

Las etiquetas tienen el objetivo de promover la toma de decisiones informadas de los usuarios, por lo cual también contienen información adicional acerca las afirmaciones ofrecidas en el tuit. A principios de año, la plataforma presentó una etiqueta para los tuits que contienen contenidos manipulados, pero el pasado 11 de mayo anunció la creación de etiquetas específicas para información referente al Covid-19. En ese sentido, los avisos van un paso más allá y notifican a los usuarios, antes que vean el tuit, que el contenido difiere de las valoraciones de los expertos en salud.

A diferencia de Facebook e Instagram, el 26 de mayo Twitter aplicó, por primera vez, dos etiquetas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En los tuits, el presidente alertó que la votación por correo conduciría al fraude y Twitter señaló que era una afirmación sin fundamento. Bajo la etiqueta “Obtenga los hechos acerca la votación por correo”, la red social cita verificadores independientes que desmienten la información, aunque no está asociada con ellos.

Etiqueta de Twitter en tuits de Trump

La política de Twitter también es aplicable al contenido multimedia falso, que responde ante tres criterios. La plataforma analiza si el contenido es falso o está alterado, si se comparte con la intención de engañar y si puede generar un impacto en la seguridad pública. Del mismo modo que la información, las medidas abarcan desde las etiquetas, hasta la eliminación del contenido. Un ejemplo de ello es la difusión de una imagen donde aparece Trump sujetando una Biblia, junto con una fotografía similar de Adolf Hitler, con el fin de dibujar paralelismos entre ambos. Twitter etiquetó la imagen y aclaró que la imagen de Hitler está manipulada, ya que en la original no sujetaba ninguna biblia.

Etiqueta de Twitter en imágenes