Durante la crisis del coronavirus trabajar y estudiar desde casa ha estado a la orden del día en España. Sin embargo, no todos los hogares han contado con esta posibilidad. La brecha digital continúa presente en parte de la sociedad española y va más allá de la imposibilidad de la conexión a Internet. Esta problemática genera desigualdad social y educativa y se acentúa en aquellos núcleos rurales de la España vaciada.
La brecha digital abarca mucho más que la problemática de la conexión a Internet. Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología, distingue entre tres tipos de brecha digital que considera que se han acentuado durante la crisis del coronavirus:
- Brecha de acceso: es aquella que posibilita o imposibilita la conexión y el acceso a soportes tecnológicos. En esto influyen factores geográficos y también económicos, porque las cifras varían en función a ellos, según los datos de un estudio de la Fundación Cotec.
- Brecha de uso: esta hace referencia al tiempo de uso y la calidad del mismo. Nuevamente, los factores citados en el párrafo anterior vuelven a influir sobre esta. La Unión General de Trabajadores (UGT) denuncia en su web que “más de un millón de personas no tienen acceso a una conexión de calidad” en España.
- Brecha escolar: Fernández Enguita habla de este tipo de brecha para referirse a las habilidades del profesorado, así como las plataformas y recursos online que se habilitan como apoyo a la enseñanza del alumnado.
La brecha digital en educación
La escuela se ha trasladado a los hogares durante el confinamiento. Millones de niños/as y jóvenes se han visto obligados a continuar su formación telemáticamente. Los colegios e institutos han desarrollado diferentes tareas online, apoyándose en plataformas educativas. Sin embargo, no todos los hogares disponen de las mismas oportunidades para continuar la formación desde casa.
Según un estudio realizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), costaría poco más de 45 millones acabar con la brecha digital educativa. Esta consistiría en dotar al alumnado de los soportes necesarios y la conexión a Internet para continuar con la formación desde casa. Los hogares afectados son 301556 los que se encuentran en esta situación, según datos de la última encuesta TIC-H del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2019. El estudio señala que tendría un coste medio de 150 euros por hogar.
Muchos estudios tratan de prever cuál va a ser el impacto de la crisis del coronavirus en la comunidad educativa. Pero lo cierto es que todavía existe incertidumbre acerca del regreso a las aulas de cara al próximo curso. Señalan la posibilidad de hacer una enseñanza semipresencial, pero eso seguiría excluyendo al alumnado con carencias económicas. Algunas comunidades autónomas han facilitado dispositivos electrónicos a hogares vulnerables y que puedan continuar su formación, pero no son suficientes.
Inversión en infraestructuras
La crisis del coronavirus ha provocado un incremento en el uso de Internet. Teletrabajo, estudiar desde casa, videollamadas y el traslado del ocio a la red han sustituido la rutina habitual. Todo ello evidencia la necesidad en España de invertir en infraestructuras que permita a los núcleos rurales contar con lo necesario para poder estar conectados.
En enero de 2020, el 15% de la población en España no tenía acceso a banda ancha, según el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. La velocidad de 30 Mbps se considera un estándar mínimo de acceso, pero siguen existiendo localidades que no cuentan con una velocidad aceptable en su conexión. Así está distribuida la cobertura en España por comunidades autónomas, según los datos ofrecidos por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales:
En España, 1618 núcleos de población no disponen de acceso a la velocidad mínima citada. La conectividad en todo el país es todavía hoy una tarea pendiente de resolver, si bien es cierto que con los años las cifras han mejorado. La actual crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de muchas localidades que luchan por tener las mismas oportunidades.
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