La pandemia de la Covid-19 ha puesto en relieve la importancia del acceso a la información a toda la sociedad, así como el potencial que tiene la alfabetización mediática e informacional para hacer frente al auge de la desinformación. La crisis sanitaria derivada del coronavirus también ha resaltado la importancia de difundir las informaciones de confianza en varios idiomas, incluidos los idiomas indígenas, con el objetivo de que todas las comunidades puedan estar informadas correctamente.
Es por ello por lo que surge la necesidad de construir sociedades del conocimiento inclusivas mediante el Programa Información para Todos de la UNESCO (IFAP por sus siglas en inglés). El programa, que fue establecido en 2001, busca que el progreso tecnológico y las oportunidades digitales sean parte de la vida diaria de todos.
Este programa ha permitido poner en marcha proyectos de gran envergadura en África, Asia, América Latina y El Caribe enfocados en cinco ámbitos: información para el desarrollo, alfabetización mediática, preservación de la información, ética de la información y acceso a la información. Uno de estos proyectos es el llamado “Acceso a la información, rendición de cuentas y transparencia de la región andina” creado con el objetivo de promover el desarrollo de herramientas de gobierno electrónico y el uso de las TIC para mejorar la gestión pública y el acceso a la información de los ciudadanos. Así, el IFAP aprovecha las oportunidades brindadas por la tecnología para compartir lecciones de eventos de alto nivel, experiencias, estudios e iniciativas de desarrollo de capacidades, que fomentan la inclusión digital.
Los días 15 y 16 de junio se celebró la 32ª reunión del IFAP, en la que la Mesa del Consejo Intergubernamental evaluó el impacto positivo de dos proyectos financiados y cofinanciados por el IFAP entre 2020 y 2021 en respuesta a la Covid-19.
Uno de sus logros fue el fortalecimiento de las capacidades de profesores, educadores y responsables de la toma de decisiones en nueve países de Europa oriental y Asia central. Además, el programa formó parte de la “Iniciativa de Inteligencia Artificial del Caribe de la UNESCO”. Este proyecto ayudó a nivelar el camino para impulsar políticas públicas que apoyen el uso ético de la IA en el Caribe.
Según la presidenta del IFAP, Dorothy Gordon, dicho programa puede contribuir a la salud, la educación, la justicia y la reducción de desigualdades, así como acelerar el consenso de políticas.
De este modo, expertos y representantes gubernamentales de 22 Estados Miembros de la UNESCO trabajan en equipo a través del IFAP con el objetivo de construir sociedades de conocimiento inclusivas a lo largo de sus 20 años de existencia.
Sin embargo, para lograr de manera exitosa los objetivos marcados por el programa, se necesita el compromiso de más Estados Miembros para poder financiar proyectos y actividades, pues el IFAP depende de un compromiso continuo.
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