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¿Hipersensibilidad o nuevas habilidades sensoriales?

¿Alguna vez has sentido una sensación agradable escuchando a hablar en susurros, el ruido que se produce cuando alguien se peina, el sonido al rasgar un papel o al rascar la rejilla de un micrófono? La Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma – o ASMR por sus siglas en inglés-, es un fenómeno relativamente nuevo que ha sido descubierto e identificado principalmente a partir de los usuarios de YouTube. Todavía no ha sido muy estudiado desde el punto de vista científico, sin embargo, debido a la cantidad de personas que consumen este contenido, el suceso ha llamado la atención de la ciencia.

El ASMR es un fenómeno descrito por la sensación de un hormigueo o cosquilleo, habitualmente detrás de la cabeza o en el cuero cabelludo, pero que también se puede sentir en todo el cuerpo, como respuesta a estímulos visuales y auditivos que generan una sensación agradable, relajan o facilitan el poder dormir. El término ASMR se popularizó durante el año 2010 en foros donde usuarios debatían y compartían las distintas sensaciones placenteras que les producían este tipo de sonidos e imágenes.

Este fenómeno surgía dentro del ámbito de las nuevas tecnologías, y sigue estando muy presente en plataformas online de producción de contenidos. El primer capítulo de la serie Seguir para creer” producida por Netflix, que acompaña a periodistas de la página buzzfeed a investigar temas novedosos, está dedicado al ASMR: “Los susurradores de internet”.

Incluso existen ya referentes del ASMR, como la española Ana Muñoz, que cuenta con 400.000 suscriptores y hasta 6 millones de visualizaciones en su canal de YouTube. Y si bien es un fenómeno que se inició y popularizó en internet, ha llamado la atención de científicos y estudiosos, aunque todavía su aparición y efectos no han sido estudiado a profundidad.

En 2015, dos psicólogos de la Universidad de Swansea (Reino Unido), Emma Barratt y Nick Davies, analizaron por primera vez, qué es lo que motivaba a las personas a ver este tipo de contenidos. El estudio, publicado en la revista “Peer J” contó con 475 voluntarios y es el más mayor realizado hasta la fecha. “El ASMR puede ser inducido, en aquellos que sean susceptibles, por un conjunto de detonantes bastante consistentes“, decían los autores. Los detonantes son aquellos sonidos o acciones que desencadenan la sensación de placer y relajación, a los que en ocasiones se une un cosquilleo. Los investigadores concluían que  “dados los beneficios reportados del ASMR en mejorar el ánimo y los síntomas del dolor, sugerimos que se someta a más investigaciones como una medida potencialmente terapéutica similar a la meditación o el mindfulness“. Esperamos que en el futuro, se realicen más investigaciones que ayuden a determinar el valor curativo de esta serie de estímulos visuales y auditivos.

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