Por: Patricia Angarita Rios para Focused*
En la vida agitada de hoy, resulta difícil desconectarse. Marc Masip, psicólogo y experto en adicción a las nuevas tecnologías, nos ayuda a entender las consecuencias de una exposición no consciente a las tecnologías, además de orientarnos en el buen uso y en los límites que se deben considerar antes de solicitar ayuda profesional.
¿Desde cuándo se empieza a considerar el uso de la tecnologías como adicción hablando de móviles, consolas y tabletas?
Actualmente no se considera la adicción al uso de tecnologías, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM). Nosotros valoramos que las tecnologías están influyendo más de la cuenta cuando son utilizadas de forma incorrecta o abusiva, haciendo que se vean afectadas las diferentes esferas de la vida como la emocional, la social y la profesional .
¿A qué perfiles de personas afecta directamente el abuso de las tecnologías? ¿En qué rango de edades se detecta?
A partir del último informe que hicimos, El uso del teléfono móvil en España, se observó que el abuso de las tecnologías afecta a todas las edades a partir de los seis años. Los adolescentes de entre catorce y dieciséis años se encuentran en el grupo de edad de mayor riesgo, donde más usuarios hacen mal uso de las tecnologías y donde las consecuencias pueden ser mucho más peligrosas por tratarse de un período crítico para el desarrollo del individuo. Sin embargo, tenemos pacientes de todas las edades, incluso algunos que más de 65 años.
“La interacción mediada por pantallas tiene consecuencias que se deben afrontar en la realidad física”
¿Cómo se pueden orientar desde el punto de vista psicológico a los jóvenes y niños en el buen uso de las tecnologías?
Primeramente, se debe fortalecer el trabajo de prevención. Los esfuerzos en este sentido consisten en explicar a los jóvenes que existen ciertos momentos en que se debe evitar el uso del móvil y enfatizar en que la comunicación cara a cara es mucho más importante que la virtual. Es decir, debemos lograr que los jóvenes sean conscientes de que el mundo virtual no está disociado del real y que la interacción mediada por pantallas tiene una consecuencia que deberá afrontar en la realidad física. Si el chaval sabe hacer un buen uso de las tecnologías, tendrá la capacidad de adaptarse a esa realidad no conectada sin ningún problema.
¿Consideras que ha habido cambios importantes en el desarrollo intelectual de los niños con la aparición de las tecnologías? ¿Cuáles son? ¿Cómo se manifiestan?
No creo que se puedan identificar cambios en el terreno intelectual con la aparición de generaciones más conectadas; más bien se trata de cambios emocionales, en las relaciones interpersonales y en la personalidad de los usuarios de las tecnologías. La transformación fundamental se debe a que el consumo de estas últimas tiende a sustituir la lectura, las actividades deportivas o al aire libre, las académicas, y las sociales con intercambios cara a cara. Es decir, el tiempo que se dedicaba a múltiples opciones de ocio tiende a ser desplazado en favor de acciones que tienen lugar en línea, como el chat o el videojuego.

“Los patrones de consumo de tecnologías se aprenden en buena medida en el hogar”
¿Cómo pueden los padres de familia prevenir comportamientos adictivos en niños y adolescentes?
Los padres son muy importantes en la prevención de comportamientos adictivos porque son el referente más cercano a los niños y adolescentes. Los patrones de consumo de tecnologías se aprenden en buena medida en el hogar y por esto el ejemplo de los padres es fundamental así como su criterio a la hora de poner límites.
Igualmente, los padres son claves a la hora de identificar cuándo solicitar ayuda profesional en el momento en el que observa que el hijo o la hija se ha propasado en la utilización de la tecnología. Los padres suelen ser las personas que pasan más tiempo con los niños y quienes pueden darse cuenta de cuándo se presenta un comportamiento descontrolado respecto a las pautas de consumo acordadas.
Los niños y adolescentes pasan la mayor parte del tiempo en el colegio. ¿Hasta qué punto un profesor puede llegar a identificar estos comportamientos en sus estudiantes? ¿Qué recomendarías a los profesores para actuar en estos casos?
Desafortunadamente, los profesores no han recibido formación sobre cómo hacer un buen uso de las tecnologías en el aula. Muchas veces los alumnos saben mucho más que el propio profesor. Sin embargo, el papel del maestro es clave: él debe identificar si se presenta un descenso en el rendimiento escolar, si aparecen problemas de acoso escolar, si se manifiestan situaciones conflictivas entre las personas en los grupos de Whatsapp. Se necesita más formación del profesorado en materia de uso de las tecnologías. De esta manera, se incrementará el papel de los docentes en el desarrollo de los niños y adolescentes.
*Este texto corresponde al número 4 de la revista Focused, producida por el Gabinete de Comunicación y Educación de la UAB, que se publicará próximamente.
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