Por Kelly Robledo
Francisco J. Martín es español de nacimiento, radica en Estados Unidos desde el 2004, año en el que inició un camino que lo ha llevado a posicionarse en la actualidad como experto en machine learning. El 2011, en Oregon, luego de crear las compañías tecnológicas Isoco y Strands, Martín cofundó BigML. Esta empresa, con sede también en Valencia (España), es pionera en aprendizaje automático y compite en esta área con gigantes como Google, Amazon o Microsoft.
Por su experiencia en este campo, pedimos a Martín su opinión acerca del Libro Blanco sobre regulación de la Inteligencia Artificial (IA) que ha presentado la Comisión Europea y las nuevas normas que para la misma establece ahora el gobierno de Estados Unidos. Para el experto, no es momento de dedicar esfuerzos a controlar esta área, ya que su desarrollo aún es incipiente. Lo que ahora debe preocupar, señala, es regular cómo los medios informan sobre el tema.
Cuando nos referimos a Inteligencia Artificial (IA), ¿hablamos del futuro o del presente?
Hablamos de películas de Hollywood, de ciencia ficción. La IA está mucho más lejos de lo que parece. Hoy, de forma práctica, es imposible realizar una aplicación mínimamente inteligente que no implique un esfuerzo sobrehumano de preparación y trabajo. Hay una concepción muy errónea a partir de lo que se lee en los titulares de los periódicos. Estos no reflejan la realidad.
Entonces, ¿IA como tal no existe ahora?
Lo que hay ahora es un número reducido de aplicaciones muy específicas, en dominios muy concretos que les permiten un éxito muy limitado y en entornos muy controlados. Eso ha hecho que de repente los medios y la gente, por un motivo o por otro, exagere lo que se puede hacer en la actualidad.
Si alguien de forma práctica intenta construir una aplicación, las herramientas que tenemos hoy en día son muy limitadas. Es como si pretendiéramos hacer fuego sin haber descubierto primero las piedras.
En este desarrollo “incipiente” de la IA, ¿cuáles son las semejanzas o diferencias que encuentras entre Europa y Estado Unidos?
Creo que una de las grandes diferencias es la cantidad de inversión privada y pública. En Estados Unidos, en el sector privado hay muchas empresas que apuestan bien a nivel individual o a nivel de inversiones en compañías como startups. Pero en la parte pública, Estados Unidos tiene algo que lo diferencia grandemente de Europa, es la gran inversión que hace en este tipo de tecnologías desde fondos militares. Esto en Europa está mal visto, no existe esa capacidad militar para invertir en proyectos que se pueden hacer desde universidades o empresas.
Hay aquí [en Estados Unidos] un programa muy ágil del Ejército que da acceso de forma muy rápida a empresas para innovar en este tipo de áreas. Así, en comparación a otros países del mundo, tiene más probabilidades de inventar nuevas cosas. No hay que olvidar que el Ministerio de Defensa es el inventor de Internet, entre otras cosas. En Europa no existe esta facilidad a la hora de invertir, no solamente en la cantidad de fondos sino también en la agilidad con la que se hace. En Estados Unidos, si hoy se presenta una propuesta, a las dos semanas se tendrá una respuesta y a las otras dos ya se habrá empezado a hacer el proyecto. En cambio, en Europa esto tarda muchos meses. Y muchas veces la concesión de este tipo de ayuda es muy social, porque depende de los contactos que se tengan. Quizá aquí [en Estados Unidos] sea más neutral.
“En Europa no existe facilidad a la hora de invertir [en IA], no solamente en la cantidad de fondos sino también en la agilidad con la que se hace”
Francisco J. Martín, director BigML
Estados Unidos ha lanzado una serie de principios para regular la IA en el sector privado. ¿Qué opinas sobre esto?
Yo creo que es una verdadera desfachatez, una pérdida de tiempo. Pienso que los gobiernos deberían intervenir poco en este tipo de innovaciones. Es como pensar en la contaminación industrial en la época del paleolítico. No niego que en algún momento habrá que regularlo, peros será cuando las herramientas tengan el mismo grado de inteligencia o de autonomía. Y habrá que hacerlo de forma robusta y aplicar a estos softwares lo mismo que se aplica hoy al software que depende de personas.
Quienes promueven este tipo de regulación ética nunca han programado una línea de código, nunca han construido un sistema y no saben lo costoso que es y la gran cantidad de intervención humana que requiere. Lo que hay que regular es a las personas, pues la ética la tienen ellas.
“Hay que hacer regulaciones en cierta medida, pero cuando estemos cerca a ello. Por ahora estamos muy distantes [de la IA]”
Francisco J. Martín, director BigML
Y en ese sentido, la propuesta de regulación humanista de la IA que hace la Comisión Europea en su Libro Blanco, ¿la cree posible?
Cada minuto de tiempo y dólar dedicado a esto, yo lo hubiera invertido en un par de jóvenes que investiguen en el tema o produzcan este tipo de cosas. Para que así, en algún momento, Europa pueda empezar a tener ventaja competitiva.
Hay que hacer regulaciones en cierta medida, pero cuando estemos cerca a ello. Por ahora estamos muy distantes. No se va a regular la IA junto a la tecnología que hoy tenemos, que se empezó a desarrollar incluso a mediados del siglo XX. Hasta que no se inventen un nuevo modelo computacional, un nuevo lenguaje de programación o nuevos paradigmas, estamos muy lejos de algún tipo de inteligencia práctica. Lo de ahora es pura ingeniería de software. A mí me encantaría que la IA ya estuviera aquí. Estaría bien, por ejemplo, tener un detector de enfermos de coronavirus.
¿No hace falta entonces ni siquiera una regulación que marque las líneas preventivas para el desarrollo de la IA?
Hay gente que piensa que la IA ya está aquí, pero no, es una exageración. Y esto lo impulsan incluso medios de comunicación de prestigio, que califican de IA a estadísticas u otro tipo de sistemas, que en verdad no lo son. Yo regularía eso: que no se pudieran publicar noticias exageradas, que hubiera alguna forma de poder transmitir temas técnicos y científicos lo más cercano a la realidad. Por lo demás, en un escenario competitivo no hay que poner puertas al campo antes de que este campo siquiera exista.
Proyectándonos a que en los próximos años la IA se despunte, ¿cuáles serían los sectores en los que impactaría?
Creo que tendrá un primer impacto en temas industriales. Vemos que la primera industria que ha adoptado las herramientas que permiten automatizar determinadas tareas que antes las hacían las personas, es la manufacturera. Estas desarrollan robots que sueldan, que montan piezas; pero estos también cometen fallos de vez en cuando y esto hay que analizar pues producen un volumen de datos muy alto que es imposible que la persona pueda analizar. Hay que cuidar, prácticamente, cualquier cosa que acumula datos. Al final lo que está funcionando de la IA es el machine learning que no deja de ser técnicas avanzadas de estadística.
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