La conmemoración del Día Internacional de la Mujer de este año se convierte en la tercera ocasión, desde la marcha en Argentina de 2017, que se convoca en todo el mundo, no solo a movilizaciones que visibilicen la situación de desigualdad de miles de mujeres, sino a exigir el cambio de la situación a través de una huelga feminista. Si bien, en esta fecha todavía no se logró la paralización total de las actividades en todas las ciudades convocadas, la huelga fue acatada de manera parcial por segunda vez consecutiva en todo el territorio español.
Mujeres en al menos 170 países participaron este día, siendo más de medio millón de personas solo en Madrid y Barcelona. En la capital española, más de 350.000 personas, el doble de las congregadas en la manifestación del año pasado, se dieron cita, entre otras cosas, para escuchar el manifiesto feminista, con el que la Comisión 8 de Marzo llamó a la paralización.
Este manifiesto visibiliza las denuncias y exigencias de las mujeres, declarando que “nuestras vidas siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad, por procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, la expulsión de nuestras viviendas, el racismo, por la no corresponsabilidad ni de los hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados. Por eso este año volvemos a la carga, y convocamos también una huelga feminista de 24 horas, sabiendo que esto ni empieza ni acaba el 8 de marzo”.
En Catalunya, la movilización congregó a más de 200.000 personas y el paro feminista afectó de forma parcial a la industria de esta región. Los dos sindicatos más grandes, CC OO y UGT convocaron a paros de dos horas, mientras que el sindicato CGT convocó a paralización durante todo el día. Si bien, la mayoría de los comercios y empresas se han sumado de manera parcial, lo que mejor ha funcionado, ha sido el acuerdo entre trabajadoras y empleadores para plegarse a la huelga y la manifestación por un tiempo determinado.
Pero ¿qué pasa después del 8M? ¿Cuál es el balance de la protesta y la huelga? ¿Cuál es la agenda pendiente? La periodista Ana Bernal Triviño, expone en su artículo “Los Retos del Feminismo” distintos aspectos de la agenda pendiente, a través de la voces de otras colegas, dónde las demandas que más resaltan son las necesidades de acabar con la mercantilización del cuerpo de la mujeres; de considerar a las violencias sexuales como violencias de género; de terminar con la explotación sexual capitalista; de legislar, interpretar y aplicar la ley desde una perspectiva de género; de potenciar el ecofeminismo desde una perspectiva política; y también, se considere la relevancia de que el feminismo, más allá de incorporar las perspectivas de mujeres negras o indígenas, tenga la capacidad de “reconocerlas como una nueva epistemología, y por lo tanto, como una lucha con referentes históricos diferentes y objetivos diferentes”.
Add Comment