Escuchar al otro es quizás la clave para entrar a su universo y aún más para contarlo. Esta es la principal reflexión que nos dejan los experimentados periodistas Iñaki Gabilondo, David Jiménez, Jordi Évole y Mar Abad en la Jornada “El Viaje a la Paz” al dialogar sobre el rol de las entrevistas en el periodismo.

Mar Abad, prolífica periodista y escritora española, encargada de moderar el diálogo de Periodismo: Retos y Paradojas, una de las desarrollados en la jornada en referencia, partió el evento planteando el objetivo de entrar a ese proceso de entrevistar en el periodismo desde una perspectiva humana y su relación con el impulso a la paz a través de la experiencia de sus colegas.
“Esta jornada está dedicada a la paz y el periodismo. En esta mesa queremos ir a lo cercano, al día a día, a las rutinas y experiencia de los ponentes en sus carreras orientadas a este campo”, nos dice.
Quien mejor que David Jiménez, uno de los principales corresponsables de guerra de España, autor de varios libros y actual columnista de The New York Times, señala que es necesario ser sensible al entrevistado, entender que esta persona es el protagonista, mientras que el entrevistador solo es el altavoz de este proceso. De su nutrida experiencia Jiménez comparte algunas de sus vivencias que sirven como paradigma de este proceso.

“Me ha tocado hacerlas (entrevistas) en situaciones de guerra y de eventos naturales, como terremotos y tsunamis. En estos casos, a veces no se hacen, porque uno debe tener la sensibilidad de saber cuándo hacer una entrevista y cuando -en medio de ese dolor- se debe dejar a la gente en paz”.
De otro lado, para este periodista es importante considerar que el personaje de la entrevista no siempre será positivo, pero las historias merecen ser contadas. “He estado en situaciones en las que me ha tocado entrevistar a gente que había hecho cosas terribles. Eso es necesario, porque el periodismo debe contar también el lado más oscuro de la humanidad. En todo caso, se trata de tener siempre en cuenta que el importante no eres tú y tienes que sacar lo máximo del entrevistado.
Por su lado, el veterano hombre de prensa Iñaki Gabilondo, curtido en las lides periodísticas de España y el Mundo, a donde ha llevado su sello, actual conductor del videoblog “La Voz de Iñaki”, con un verbo fluido resalta que lo relevante en el proceso de la entrevista es escuchar, además de darle el valor al entrevistado.

“Es muy importante prepararse bien para la entrevista, tener presente el objetivo” nos indicó. A lo que añade que también se debe “recordar con humildad que el personaje es el protagonista. Hay que prepararse para escucharlos, querer entender, colocarse en la posición adecuada. Desde el papel de intermediario comunicamos un mensaje al público y para eso es necesario escuchar”.
A su turno, el multifacético comunicador catalán Jordi Évole, guionista televisivo, presentador y periodista, siendo uno de los más representativos en España, y actual columnista en La Vanguardia, comentó desde su amplia experiencia entrevistando a diversos tipos de personajes el valor que cobra el respeto hacia el entrevistado y escucharlo atentamente a la hora de establecer este tipo de diálogos.

“Lo que hay que tener es mucho respeto. A una persona que decide abrirse ante ti lo primero que debes tener es respeto y luego escuchar. No hay nada mejor que haberse documentado sobre el personaje, pero que eso no se convierta en un corset, … lo fundamental es escuchar y luego repreguntar. En ese momento, debes demostrar interés, que la persona se sienta la más atendida del mundo”.
Asimismo, el periodista televisivo, partiendo desde este concepto, plantea generar un acercamiento para lograr una buena entrevista: “hay entrevistas en las que sabes que el otro se va a cerrar, porque no quiere contarte aquello que no quiere que se sepa, (aquí) es fundamental ir documentado, pero sobre todo escuchar, para que el personaje no se te vaya por los cerros de Úbeda y que tengas que hincar el diente en donde debes hacerlo, pero sin agresividad, porque esto provoca que se cierre más. A veces los periodistas abusamos de la agresividad, por buscar el titular y eso no ayuda a que el invitado se relaje y nos cuente”.
En el diálogo Mar Abad rescató estas vivencias de los entrevistados y de orientar a las nuevas generaciones de periodistas a salir a la calle y cubrir los hechos desde esta perspectiva, resaltando la importancia de que los profesionales deben tener contacto con la gente para narrar sus historias.
Al respecto, Gabilondo compartió su visión respecto a la riqueza que pueden aportar los personajes de la calle, los desconocidos, para generar nuevas historias: “las sorpresas mayores se producen con la gente común… Las personas muy importantes casi siempre tienen un piñón muy fijo y es difícil sacarlos de esa vía. Pero cuando te encuentras con personas que no esperaba estar en la notoriedad y por una circunstancia cualquiera llegan a ella, suelen producirse sorpresas.
La misma reflexión la compartió Jiménez: “cuando he entrevistado a políticos o grandes empresarios, he salido muchas veces frustrado, por ese encarpetamiento en el discurso. En cambio, en donde he encontrado naturalidad, ha sido con la gente desconocida. Muchas veces he encontrado más sabiduría en una aldea de la India que en los despachos del poder”.
“Me he encontrado pruebas de grandísima dignidad humana en las historias más extremas, porque creo que en esas situaciones sale lo peor y lo mejor de la condición humana y muchas más veces sale lo mejor.
De la mano de Mar Abad, los invitados también concluyeron con reflexiones sobre el futuro del periodismo y los nuevos formatos y modelos, algunos de los cuales, como el podcast, empiezan a cobrar fuerza, resaltó la periodista.
Iñaki Gabilondo cree que hay que replantearse como se mira el periodismo ahora y abrir esa mirada hacia otros modelos: “estamos mirando de manera antigua el periodismo. No podemos seguir creyendo que estamos construyendo una noticia cuya salida única es la que puede desembocar en cualquier medio, radio o televisión, entendiendo que eso es periodismo”.
En ese sentido, para él la pregunta correcta no es qué va a suceder sino lo qué se hace al respecto, lo que se aplica al campo del periodismo y sus cambios refiere: “la pregunta adecuada es ¿qué vamos a hacer? … Llamamos periodismo a lo que era el periodismo, pero lo que ahora es el periodismo es inabarcable. Hay más de mil formas de hacer periodismo. Ahora hay iniciativas para hacer periodismo de manera diferente. El futuro no está escrito”.
De igual opinión es David Jiménez, quien partiendo de experiencias exitosas de nuevos modelos periodísticos, transmite además un consejo a las nuevas generaciones de periodistas: “no hay que tener miedo al fracaso y menos cuando tienes veintipocos años. A vuestra edad hay que atreverse, lanzarse. Juntarse con amigos y sacar un proyecto adelante. Poner cosas y si fracasas lanzarse otra vez, pero habréis aprendido”.
Jordi Évole también reflexiona sobre ese futuro y los nuevos modelos que ya están surgiendo, resaltando que pese las dificultades que afronta ahora el sector del periodismo, estos nuevos formatos pueden convertirse en vehículos de oportunidades para las próximas generaciones de comunicadores.
“La profesión ha estado mal casi siempre y ahora está un poco peor (por el contexto del coronavirus), pero hay nuevas maneras de crear historias y comunicarlas. El futuro va por ahí. La gente ya no consumirá de forma lineal los productos. Cada uno va a elegir su propia parrilla, ya no importará la gran cabecera sino las grandes historias. Los modelos de periodismo que van a surgir darán muchas oportunidades”.
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