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“El Meu Primer Festival”: Análisis de una iniciativa de cine en ámbito informal

Participantes de "El Meu Primer Festival" en los talleres de stop motion. Imagen: www.elmeuprimerfestival.com
Actividad que fomenta el cine entre los más pequeños en la ciudad de Barcelona (España) . La alfabetización cinematográfica (o "film literacy") es una línea de trabajo de la Comisión Europea.

Por Lidia Peralta para Gabinete de Comunicación y Educación

Desde el año 2009, los niños y niñas de entre 2 y 12 años tienen una cita con un festival de cine específicamente pensado para ellos y para sus familias. En la segunda quincena de noviembre, en el marco del festival de cine L’Alternativa, en Barcelona, El Meu Primer Festival se ha convertido en un espacio para el entretenimiento, la educación, el estímulo de la imaginación y la creatividad. Una iniciativa que muestra cómo sacar partido al mundo del cine en favor de los más pequeños.

Cartel El Meu Primer Festival – 2016

Como explica Mireia Manén, co-directora de El Meu Primer Festival, esta iniciativa, que en 2016 cumplía su novena edición, arranca de un deseo por cubrir lo que hasta hace tan sólo algunos años suponía un verdadero vacío en España: la existencia de un festival especializado en niños. Este evento, además de permitir el acceso de los más pequeños a un tipo de cine diverso y plural, que normalmente no encuentra cabida ni en las salas de cine comerciales ni en las pantallas de televisión, trata de convertir a las niñas y los niños en protagonistas desde detrás de las cámaras. Así lo ex- presa Mieria Manén: “es muy importante que el festival sea un espacio donde el niño se sienta protagonista, invitarle a él a que opine, a que vote, a que reflexione sobre lo que está viendo y a aprender sobre ello”.

Para fomentar este espíritu de “activismo cultural” numerosas las iniciativas acompañan al visionado de películas. Por un lado, la presentación del filme se lleva a cabo normalmente de la mano del director o directora de la obra o de algún invitado que pueda estimular el diálogo y hacer que los más pequeños sean conscientes del proceso de creación de las películas. Para ello, las sesiones van también acompañadas de fichas didácticas con las que trabajar el material fílmico.

Actividades paralelas

De forma paralela además, el evento se encarga de organizar talleres de creación audiovisual en los que niñas y niños se familiarizan con la animación cinematográfica. En la edición del años 2013, por ejemplo, celebrada entre los días 16 y 24 de noviembre, el público infantil tuvo la oportunidad de participar en un taller de técnicas de stop motion, un método de animación que se basa en la toma de fotografías, fotograma a fotograma, principalmente de un objeto inanimado, para conseguir que visualmente éste adquiera vida.

Como expresa Anna Solanas, directora de la productora I+G Stop Motion: “lo realmente interesante de esta técnica es que fomenta el trabajo en equipo”. Y es que para llevarla a cabo hace falta una fuerte sintonía entre quien escribe la historia, quien mueve a los personajes y quien se encarga de usar la cámara fotográfica. En el mundo profesional las técnicas de stop motion pueden aplicarse para mover muñecos dotados con esqueleto metálico y esculpidos en madera, que además van vestidos con ropa. Pero en un taller como el que se realiza en el marco del festival, los pequeños entran en este mundo nuevo a través de figuras hechas con plastilina que casi por arte de magia, se diría, acaban moviéndose por el efecto óptico de la sucesión de fotogramas. Mientras tanto, otro grupo de participantes dibujan una letra sobre cubos de colores que al ser fotografiados y proyectados en sucesión conforman la palabra elegida: Alternativa, el nombre del festival para adultos en el que se enmarca éste otro para público infantil.

Un puente a la educación formal

Más allá de la celebración del festival, resulta también fundamental la colaboración entre este tipo de eventos —vinculados con la educación informal— y el sistema educativo. Las dos co-directoras de El Meu Primer Festival, Mireia Manén y Nathalie Modigliani tienen claro que es a través de las escuelas como sus iniciativas pueden alcanzar a un público más amplio. Previamente a la celebración del festival, y recurriendo al uso de fichas didácticas que le sirvan de apoyo al maestro, en el aula se llevan a cabo críticas de cine que estimulan la sensación de estar valorando una película a conciencia. De adquirirse a temprana edad, la capacidad de recurrir al espíritu crítico a través del cine puede convertirse además en un inseparable aliado para toda la vida

Cuestión de servicio público

Poner en marcha una iniciativa de este tipo, desde un punto de vista económico, no resulta fácil si no se cuenta con el apoyo de las instituciones públicas. En el caso de El Meu Primer Festival, la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona han asumido el 60% de la financiación. Pero como en todo en la vida, la constancia y el empeño son la principal garantía de éxito. Para que el festival haya podido ir creciendo a lo largo de los años, a pesar de la coyuntura económica por la que atraviesa España, también las colaboraciones de las propias escuelas así como las del propio sector industrial han demostrado ser decisivas. Así, productoras como “I+G Stopmotion”, lleva años consolidándose en el sector de la animación con películas como La Lupe y el Bruno, que hoy ponen a disposición del público infantil del festival en el marco del taller de técnicas de stopmotion. Teniendo como modelo de referencia a Francia, un país que apuesta por la política del audiovisual desde el sector público, las organizadoras de El Meu Primer Festival creen en la importancia de que haya una política educativa a escala artística y cinematográfica en el aula, con departamentos especializados y con un planteamiento estratégico global de país.