El desarrollo tecnológico y la revolución de Internet han traído consigo una sobreabundancia de información que se torna compleja de gestionar. Esto, sumado a la evidente brecha digital que desconecta aún a muchos ciudadanos y a la falta de competencias mediáticas en el uso y comprensión de las TIC, plantea un panorama preocupante.
Podemos ver así que la media literacy es un gran pendiente en la agenda social mundial. La población necesita desarrollar una serie de habilidades técnicas y críticas que traerán consigo un uso y consumo adecuado de los medios de comunicación. Asimismo, hacen falta profesionales y empresas de medios comprometidos con el trabajo informativo de calidad; y, sin duda, políticas y sistemas de gobierno que impulsen la libre y responsable circulación de contenidos.
¿Qué es la Media Literacy?
La media literacy (alfabetización mediática en español) es el conjunto de competencias tecnológicas e informacionales en el acceso, uso y análisis de los medios y del contenido que en ellos circula. Según Pérez Tornero, Tayie, Tejedor y Pulido (2018), la alfabetización mediática empodera a los ciudadanos. Esto se refleja en el aumento de su nivel de participación y la mejora de sus habilidades para hacerlo.
En esta línea, merece destacarse el trabajo de la UNESCO, pues es una de las principales instituciones que a nivel mundial dedica esfuerzos a la investigación y promoción de la media literacy. UNESCO ha establecido cinco leyes de la alfabetización mediática e informacional que presentamos a continuación:

La alfabetización mediática y su relevancia en medio de la crisis del coronavirus
La crisis del coronavirus ha calado sin duda en todo nivel y ha hecho evidentes grandes errores en la gestión de los diversos sectores económicos y sociales. Así, en el campo informativo, en medio de este panorama de incertidumbre hemos tenido que hacerle frente a una avalancha de bulos y teorías conspiratorias. Como explican Peñafiel-Saiza, Ronco-Lópeza y Castañeda-Zumeta (2020), junto a la crisis sanitaria, se ha producido una infodemia, y se ha puesto en jaque, además de la estabilidad sanitaria e institucional, la veracidad de las instituciones y la prensa.
Los bulos suponen un gran problema para la sociedad democrática, porque vulnera el derecho de información de la ciudadanía. Su circulación es muy rápida a través de diversas plataformas de mensajería y redes sociales. Esto genera una gran inseguridad en la población y puede llevar a la desinformación. En el caso concreto de la crisis del coronavirus, se ha multiplicado la propagación de fake news provocando así una gran inseguridad en la población mundial.
En una investigación titulada “Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19”, publicada en la revista científica El Profesional de la Información, se analizan un total de 292 noticias falsas difundidas en relación con la pandemia. El estudio muestra que los bulos sobre el coronavirus fueron diseminados principalmente en las redes sociales y, entre ellas, sobre todo en las cerradas, como WhatsApp. Los resultados también revelan que la pandemia, además de generar un gran número de bulos sobre salud y ciencia, propician la difusión de numerosos contenidos falsos de tema político y gubernamental (casi un tercio de la muestra).
La investigación también hace un esfuerzo por clasificar los diferentes tipos de bulos difundidos. Los categoriza de menor a mayor gravedad como se muestra a continuación:
Brechas digitales
Son muchos los ciudadanos a nivel global que aún no tienen acceso a internet y/o a los dispositivos que permiten la conectividad, hablamos así de la brecha digital, un fenómeno social que en la actual crisis se ha hecho más evidente.
La brecha digital abarca mucho más que la problemática de la conexión a Internet. Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología, distingue entre tres tipos de brecha digital:
- Brecha de acceso: es aquella que posibilita o imposibilita la conexión y el acceso a soportes tecnológicos. En esto influyen factores geográficos y también económicos, porque las cifras varían en función a ellos, según los datos de la Fundación Cotec.
- Brecha de uso: esta hace referencia al tiempo de uso y la calidad del mismo. Nuevamente, los factores citados en el párrafo anterior vuelven a influir sobre esta. La Unión General de Trabajadores (UGT) denuncia en su web que “más de un millón de personas no tienen acceso a una conexión de calidad” en España.
- Brecha escolar: Fernández Enguita habla de este tipo de brecha para referirse a las habilidades del profesorado, así como las plataformas y recursos online que se habilitan como apoyo a la enseñanza del alumnado.
Algunas cifras…
En el mismo Europa, según datos de Eurostat, los últimos años ha aumentado de manera general el porcentaje de hogares en la EU-28 con acceso a Internet (89%). Sin embargo, existen diferencias entre las zonas urbanas y las rurales. Mientras que el 91% de los hogares de las ciudades y el 89% de los hogares de las poblaciones y suburbios acceden a Internet, en las zonas rurales el porcentaje de acceso es de 85%. Y así como existen estas diferencias socio-demográficas, también se producen brechas por otros factores como la edad, la condición económica, etc.
Por ejemplo, y sin ir muy lejos, en España la brecha digital es muy evidente en términos generacionales. Según datos del 2019 del Instituto Nacional de Estadística (INE), es mayor el porcentaje de jóvenes entre 16 y 24 años (99.2%) que usa Internet, en comparación con el 87.8% de adultos entre 55 y 64 años, y el 66.4% entre 65 y 74 años.
Y si bien Eurostat reportó que el acceso a Internet en 2019 de los hogares españoles se registró en 91%, lo que implica un aumento del 5% en comparación al año anterior, y de un 21% más en comparación con el año 2013, aún hay motivos para estar alerta. Como señala el Dr. Jesús Valverde-Berrocoso, especialista en tecnología e innovación educativa de la Universidad de Extremadura: “A pesar de que entre 90 o 95% de la población española tiene acceso a recursos e infraestructura digital, existe una brecha cultural y educativa. Depende de la formación de las familias y de que la ciudadanía en general se dé cuenta de que estas herramientas tienen una función básica, cultural, de formación, que es la que muchas veces no es visible”.
En este sentido, vale la pena hablar sobre habilidades digitales en relación con el uso de Internet o software. Los datos nos dicen que en esta línea, la brecha es aún mayor entre la población joven y la adulta. El INEI reporta que el 2019 solo 20.7% de la población española entre 55 y 64 años tiene habilidades digitales básicas. En la misma situación se encuentra el 13% de personas entre 65 y 74 años. Estas cifras son similarmente bajas en los ciudadanos jóvenes, pero esto sucede pues ellos destacan en poseer habilidades digitales avanzadas.
El 67.8% de españoles entre 16 y 24 años tiene habilidades digitales avanzadas. De cerca le siguen los ciudadanos entre 25 y 34 años (55.2%). Esto contrasta con las personas mayores, pues es mínimo el porcentaje de esta población que cuenta con habilidades digitales avanzadas: solo el 18.8% de personas entre 55 y 64 años, y solo el 6.5% de quienes tienen entre 65 y 74 años.
La importancia de desarrollar habilidades digitales
Como señala Andrés Armas, experto en media literacy y presidente de Alfa-Media, “ya no es posible encontrar ninguna actividad que no sea susceptible de vincularse de una u otra forma con información almacenada, procesada y distribuida de manera ubicua. Pero este cambio ha tenido lugar a una velocidad tal que la destreza y habilidad de las personas en su uso, salvo una minoría, no se ha producido con la misma cadencia”.
En este sentido, es un real problema que existen personas sin habilidades digitales e informáticas, lo que complica que puedan realizar un uso adecuado de las diversas tecnologías de la comunicación. Hace falta por lo tanto una expansión consciente y cada vez más amplia de la alfabetización mediática. Según Eulalia Alemany, directora Técnica de Fad, “alfabetizarse mediática e informacionalmente es ya una competencia tan importante como la alfabetización básica”.
A partir de una serie de entrevistas realizadas por Aika Educación en la línea de la alfabetización mediática, brecha digital y desinformación, te presentamos a continuación las opiniones de diversos expertos en el sector. Todos coinciden en la necesidad prioritaria de la sociedad en el desarrollo de la media literacy. Para conocer a profundidad sus postulados, te invitamos a leer las entrevistas completas haciendo clic en los respectivos enlaces.
“I have long believed and strongly advocated the stance that doing journalism is a very powerful tool for reinforcing media and news literacy”
Aralynn Abare McMane, directora fundadora de Global Youth & News Media
“Esta revolución nos obliga a todos a formarnos permanentemente en competencias mediáticas”
Andrés Armas, presidente de Alfa-Media
“Saber evaluar críticamente la información que nos llega es indispensable para poder identificar discursos de odio y noticias falsas”
Eulalia Alemany, directora Técnica de Fad
“No se puede estar falto de herramientas críticas en un mundo tan mediatizado como el nuestro”
José Manuel Pérez Tornero, miembro del Consejo de Administración de RTVE
“Whether propaganda is beneficial or harmful is in the eye of the beholder”
Renee Hobbs, fundadora del Media Education Lab
“Las competencias mediáticas deben desarrollarse desde el inicio, cuanto antes mejor, dependiendo de los niveles y con la intensidad acorde con las etapas educativas. Y deben darse independientemente de las profesiones. (…) Esto no es un tema de tecnología y únicamente de los informáticos, es absolutamente transversal a todas las materias”
Belén Gancedo, directora de Educación Microsoft España
“Son tiempos en los que es más clara la necesidad de una información de calidad para que los ciudadanos tomen las decisiones necesarias para su seguridad y la de los demás”
Manuel Pinto, catedrático de la Universidad de Minho
“La alfabetización mediática también debería incluirse en el currículo escolar”
Marta Pellico, directora de ICmedia
“Depende de la formación de las familias y de que la ciudadanía en general se dé cuenta de que las herramientas digitales tienen una función básica, cultural, de formación”
Jesús Valverde-Berrocoso, profesor titular de la Universidad de Extremadura
Sin duda tenemos a la alfabetización mediática como una tarea pendiente a la que no podemos seguir emplazando. Es un trabajo grande y desde cada una de nuestras tribunas podemos colaborar a que sea una realidad.
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